Así, con los espectadores necesarios para disfrutar de esta obra comienza el espectáculo; sin obstáculos, ni estorbos, sin ruidos molestos que distraigan a la actriz; sin aquellos que permanecían por cumplir. Aún hay butacas libres, pero la función no parará, si alguien quiere unirse, sólo tiene que comprar la entrada, pero si en medio de una escena te duermes, no esperes que te lo cuenten después.Y si esta función te disgusta, simplemente sal de la sala y no vuelvas a entrar.
Soy yo mi obra maestra, libre de censura, y hoy se abre el telón.
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