martes, 5 de mayo de 2020

Running

Esta vida es como el deporte; no podemos pretender ser buenos en algo si no nos entramos día a día. Hacer ejercicio nos ayuda a liberar tensiones, eliminar todas nuestras impurezas y respirar profundo de nuevo. Coges aire ante el esfuerzo para después soltar todo aquello que sobra dentro de ti. Inspiras y coges el aliento que te hace falta para llenarte por dentro.

A veces dejamos de practicarlo por pereza, por comodidad, pero cuando volvemos a hacerlo es un soplo de aire fresco que te inunda y se convierte en una adicción. Ya no puedes dejar de hacerlo, necesitas más velocidad, más actividad para alcanzar la meta y, poco a poco, te das cuenta de que cada vez cuesta menos y es más satisfactorio.

Hace tiempo empecé mi propio entrenamiento y ahora puedo decir que saque todo aquello que me llenaba de odio, de ira, de rabia, de pena y empecé a llenar mis pulmones de paz, calma y amor; amor propio y amor por quienes día tras día siguen a mi lado con esa botella de agua, pendientes de mi sed, con esa toalla, atentos a mi sudor.

Hoy mi respiración es más fuerte que nunca, hoy mi deporte se convirtió en mi descanso. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lasaña de verduras

Tantos miedos e inseguridades, tantos complejos del pasado y otros tantos que conviven en mi presente; pero... ¿cuántos de ellos formarán pa...