Cierras los ojos y sientes el movimiento, esa ola que te inunda y te hace volver a ser libre. Libre para hablar, para bailar, para reír, para ser feliz... Y mientras se acelera el compás no piensas, dejas tu mente libre de cargas, solamente tú y esa canción que te hace quedarte sin aliento.
Una palabra muda no vale nada pero aprende a escuchar, los pájaros cantan y aún en la distancia, hay música que te acompaña. ¿La oyes? Siempre hay personas cantando, sólo es cuestión de querer escuchar sus letras, letras que dicen más que cualquier palabra muda. Los nuevos cantantes que luchan porque llegue su ritmo a tu piel se merecen ese movimiento; así que sigue bailando al son de nuevas poesías que embellezcan tu alma y te hagan cada día un poquito más fuerte, que depende solo de ti volver a coger esa armonía
Y hoy, yo tengo la melodía más dentro que nunca.
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