Que nadie te apague

Caminas, sientes la brisa sobre tu piel. Paseas por el parque, niños jugando, sus mamás sonriendo al verles, deportistas que corren, parejas que se aman, se besan y tú observas sentada desde ese banco, contemplando lo bonita que es la vida. Cae la tarde, y el frío comienza a penetrar entre tu fina chaqueta. Sigues paralizada ante esa estampa; sigues viva, pero muda. Nunca antes me había planteado la importancia del día a día. Los últimos rayos de sol se despiden otro día más y tu mirada sigue latente entre el paisaje.

Esta noche quiero dormir, esta noche quiero volver a soñar que un nuevo día amanece. Esta noche vuelvo a despertar de nuevo, porque los sueños solo se hacen realidad si tenemos fe en ellos. Esta noche volverán las estrellas; lo sé porque yo soy una de ellas y ahora, vuelvo con más fuerza. Que nadie apague tu luz. Y a los que siguen mirando al suelo les diré que se están perdiendo lo más bonito del universo, porque no hay estrella que brille con tanta intensidad.

Hoy quiero dedicarme esta canción porque incluso en las adversidades aprendemos a sonreír, porque incluso aunque haya quien piense que sólo es una sonrisa o una mirada más, para alguien es especial, diferente y eso es lo que te hace brillar cada día más.