No hay palabras que puedan describirte, ni personas que lleguen a conocerte, más ese es tu gran secreto, tu identidad. No necesitas consejos, sólo apoyo para seguir nadando en el océano cuando te lances a sus frías aguas y no haya flotador al que agarrarse. Entre tantos peces, siempre habrá tiburones; pero no olvides que los socorristas también vigilan.
Que no pare nunca este ciclón; que la ola llegue hasta los desiertos más lejanos.
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