viernes, 10 de abril de 2020

Como una ola

Tú que eres capaz de sonreír cuando quieres llorar; capaz de dar y dar aunque necesites recibir. Tú que te levantas siempre de cada caída y caminas sin necesidad de ayuda. Tu autoestima sube y baja como una ola, se eleva ante el tornado con más fuerza que nunca y baja cuando el mar entra en calma.

No hay palabras que puedan describirte, ni personas que lleguen a conocerte, más ese es tu gran secreto, tu identidad. No necesitas consejos, sólo apoyo para seguir nadando en el océano cuando te lances a sus frías aguas y no haya flotador al que agarrarse. Entre tantos peces, siempre habrá tiburones; pero no olvides que los socorristas también vigilan.

Que no pare nunca este ciclón; que la ola llegue hasta los desiertos más lejanos.


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