Te dedicaste a buscarte cuando aún no te habías perdido y ahora, reconocida tu ausencia tratas de recuperarte. Pensabas que jugando al escondite te encontrarías, pero debiste ocultarte demasiado bien. ¿Qué esperabas? Esto no es un pilla-pilla.
Solía haber alguien junto a tu cama que te arropaba y te contaba un cuento antes de dormir. Soñabas con cuentos de príncipes y princesas pero en realidad olvidaste que también Caperucita y el lobo son cuentos para niños. ¿Qué esperabas? La historia interminable también tiene final.
Mírate, creciste, saliste del cascarón, así que deja de llorar como una niña lo que no supiste disfrutar como mujer. No esperes nada de quien todo dice darte, pero no abandones todo por quien no puede ofrecerte nada, porque en algún momento, todo surge de esa NADA y se convierte en tu TODO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario