- Me temo que sí. Estás demente. Pero te diré un secreto. Las mejores personas lo están.”
Cordura, sino otro estado alterado de nuestra psicología. Hasta el loco más loco en cierta medida puede ser el más cuerdo. Qué mejor manera de definirnos como personas que cometer locuras, cosas que en nuestro sano juicio no haríamos si no es por un impulso, por un arranque de desmesura. Uno no descubre si tuvo cordura, hasta que pierde completamente el juicio, hasta que algo nos empuja a hacer acciones que no podremos enmendar, pero preferimos arriesgarnos, a vivir con la duda de no haberlo hecho. Porque las locuras son mas cuerdas si hay alguien que te acompaña.
Así que deja de sentir con la cabeza y aprende a pensar con el corazón, porque tu irracionalidad es mi razón de ser. Pienso, luego existo, porque sin mis delirios tu locura sería insana. Corramos por el agua, volemos por el mar que nuestro impedimento no sea la insensatez de lo que pudo ser y no fue. No quiero psiquiatra que me cure mi esencia, ni tratamiento que me encierre de nuevo; que la demencia se lleve lo malo y mis instintos sean mi medicina. Quitémonos las ataduras y que nadie pueda decirnos que la locura nos dio la espalda si con ella alcanzamos la cordura.
No permitas que el manicomio te vuelva cuerda.
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