Cumplimos años celebrando esa fecha como un día especial, diferente, queriendo estar con los nuestros, sonriendo y tomándonos las cosas de otra manera. Tratamos de conseguir que sea perfecto, que todo salga a pedir de boca, pero no nos paramos a pensar en que cumplir un año no es algo que se haga un día concreto. Cumplir años no es algo que se haga un día al año, sino que cada día de esos 365 suma y el conjunto de cada uno de ellos es lo que supone aumentar un año en nuestra vida.
Entonces... Si cada uno de esos días suma igual que el resto.... Por que no celebramos y disfrutamos cada uno de ellos con la misma intensidad?
Y es que cada uno de esos momentos son los que añaden importancia al resultado del año. Cuando evaluamos todo lo que ha pasado en nuestra vida, no miramos solo nuestros aniversarios, sino todo el tiempo que ha pasado desde el "cumpleaños" anterior, por lo que no merece la pena ser felices tan solo una vez al año. Deberíamos realmente querer que cada 24 horas sea un nuevo y especial día y esforzarnos porque sea incluso mejor que el anterior. De este mismo modo debemos ser capaces de valorar las cosas que nos suceden en su conjunto y no solo por un hecho concreto. Así, si te perdiste 10 veces, pero te encontraste 11, recuerda que lo importante es regresar de donde te fuiste.
Ahora que encontraste nuevos caminos y conociste nuevos andares, ahora que eres capaz de regresar hasta con los ojos cerrados, no importa cuan lejos te arrastren porque siempre sabrás volver cuando te desorientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario