Feliz Año

Otro año pasado, otro nuevo que se avecina. Todos celebrando un día tan "especial" como cualquier otro; todos se visten de luces, sacan sus más "sinceras" sonrisas, tacones para las más presumidas y corbata para los más atrevidos. Todos se preparan para despedir otro año y entre tanto, hacen los nuevos propósitos para el próximo que vendrá. Propósitos que normalmente vienen ligados de aquellos que no fueron capaces de cumplir en este que acaba ya, pero lo que importa de todo ello son las buenas intenciones, las promesas, las ilusiones.

No dejé de fumar en todos estos años, no hice la dieta ni fui de continuo al gimnasio, no cambié ni un ápice de lo que soy a día de hoy y, por el camino, fui adquiriendo experiencias de las cuáles, no sé si llegué a aprender algo interesante, pero hoy puedo decir que cada Nochevieja es como esa película de terror que comienza con risas, porque cuando crees que no puede pasar nada malo, se avecinan tiempos peores. 

Si algo valoro de todo ello es la sabiduría que me otorga el no saber qué será de mí dentro de otros 365 días, que si me preguntan por mis propósitos podría decir que dejar de fumar, adelgazar, ir al gimnasio... pero mentiría en todos esos imposibles, porque a día de hoy, me basta con vivir otro amanecer más, porque a veces no valoramos la importancia de seguir respirando, de que todo aquí dentro siga funcionando. A veces no queremos ver lo que la realidad nos esconde y es que la vida es tan efímera como un atardecer.