Debemos centrarnos en lo valiente, este PRESENTE que da sentido a nuestro pasado y cambia nuestro futuro. Aparta los miedos del ayer, afronta los errores que cometiste; que formen parte de la historia para no volver a recaer, que el conocimiento te permita avanzar y no te ciegue en su infinito. Hazte fuerte para que el mañana arranque con energía y, sobre todo, deja que te sorprenda. Que el hoy es un regalo y, como tal, debe ser un misterio.
Al final, tu futuro no es sino tu pasado más inmediato, por lo que deja de planificar aquello que se hace historia en un abrir y cerrar de ojos y aprovecha este momento, porque cuando llegues al final del libro, todo estará escrito. Tú decides quien coge la pluma.