martes, 26 de mayo de 2020

La pasarela

Como un pollito que acaba de salir del huevo le cuesta romper el cascarón; como una hormiguita que trabaja día tras día para tener alimento durante el invierno, como ese pez en el fondo del océano que huye de su depredador para sobrevivir entre tanto animal, como ese ser humano desnudo en medio del bosque. Así recorro la pasarela entre fotógrafos observadores, temiendo dar un paso en falso, nerviosa por si tropiezo.

Y entre la multitud una mirada azul cielo se torna para calmar mi ansiedad cuando mis pulsaciones se disparan. Y entre el ruido de los flashes reconozco una voz capaz de silenciar al resto. Y entre la luz cegadora de las cámaras encuentro un punto de equilibrio, paso al frente y camino con seguridad. Mis extremidades se mueven solas, con firmeza, mi cabeza bien alta, mis ojos me transforman en esa gata con ganas de sacar las uñas si me ladran.


domingo, 24 de mayo de 2020

360 grados

La vida está llena de momentos buenos y malos, de personas que van y vienen y otras que se quedan contigo; pero las relaciones de pareja y las amistades son muy parecidas. Hay que cuidarlas día tras día pues de no ser así, cuando las necesites, habrán desaparecido de tu vida.

Que si alguien merece la pena estará a la vuelta de la esquina, como siempre, esperando esa llamada, ese mensaje, o tal vez, siempre estuvo detrás tuya aguantando el chaparrón sin que te dieras cuenta; siguiendo tus pasos pese a la tormenta, confiando en que algún día verías no sólo con los ojos, o simplemente aguardando que te dieras la vuelta, que el mundo tiene 360 grados y no podemos perder de vista ninguno de ellos.

Así dedico mi tiempo a los que permanecen a mi lado, sea la izquierda o la derecha, pero no me olvido de los que están tras de mí por si me caigo; ni tampoco de los que se cambian de acera. Al final, no sólo cuenta lo que podemos ver con la vista, sino lo que cerrando los ojos, podemos ver con el corazón.


martes, 19 de mayo de 2020

Cheque en blanco

¿Y si la vida pudiera medirse como el dinero? Cada día sería como un cheque de 24 horas que se renueva cuando tocan las campanadas, pero si no lo gastas, no se acumula; simplemente se destruye, se pierde. A veces no valoramos suficiente su valor, porque cuando dan las doce, recuperamos la totalidad íntegra; pero cada hora que malgastamos es una hora que no hemos disfrutado y que nunca volverá y sabemos que, tarde o temprano, ese cheque tendrá menos de 24 horas y eso sólo significará que su valor caducará.

La renovación de este papel parece no tener aprecio para muchos, quizás insensatos que pensamos que siempre habrá un banco que nos firme otro nuevo e incluso si lo perdemos, ni nos damos cuenta, porque no somos conscientes de su valía hasta que su precio se reduce.

Así debemos disfrutar de cada día de tal forma que cuando suenen de nuevo las campanas, sólo tengamos un cheque en blanco dispuesto a restablecer su cuantía, porque tal vez mañana nuestro cheque quede vencido.


miércoles, 13 de mayo de 2020

El cero

Dicen que a la tercera va la vencida, pero la cuarta es la definitiva, dicen que el infinito es incontable, pero el 8 es su número. Si tuviera que elegir un número, elegiría el 0, parece no tener valor pero representa el eje entre lo positivo y lo negativo, es quien da sentido al resto de números. Su existencia pasa desapercibida para que no le perviertan.

Muchos siguen en sus trece y otros lo odian por su mala suerte. Cuantos desean el 69; y cuantos conspiran con el 17, pero al final no son más que símbolos. El verdadero valor no es la cifra, sino lo que representa para nosotros. Para algunos, podré ser un cero a la izquierda; para otros, es el cero que se une al 1 para formar el sistema decimal. Y si la dislexia me puede, me cambiaré de lado porque tu izquierda puede ser la derecha de otros.

El 0, capaz de esquivar a los que sólo miran el valor numérico para ser advertido por los que sólo ven esa elipse perfecta en la que todos sus puntos quedan atados, unidos perfectamente convirtiéndose en el equilibrio del resto de símbolos. 


martes, 12 de mayo de 2020

Toc toc

Estás solo en una casa; es tu casa, con tus muebles, tu cama, tu cocina, tu nevera, tu sofá… pero no tienes con quién compartir la cena, ni con quién pelearte por el lado de la cama. Si tus pensamientos fluyen con las paredes mantén las ventanas cerradas, pero si chocan contra las esquinas, tal vez sea hora de abrir esa puerta y dejar que esa casa se convierta en un hogar.

Si sales a pasear, procura cerrar con llave para que ningún okupa invada tu espacio, pero no se puede controlar si un vecino toca el timbre, si el cartero trae un paquete, y el buzón siempre está vacío. Si el destino te llamó y te gastó una broma, si no había nadie al mirar por la mirilla, simplemente no abras, pero también hay quien reparte pizza a domicilio; no le niegues la entrada.

-        -  Toc toc
-        - ¿Quién será?

Si no abres, nunca sabrás si mereció la pena invitarle a pasar. No temas al desconocido más que por lo bueno que pueda aportarte. Siempre hay tiempo de echarle.


lunes, 11 de mayo de 2020

Antivirus

Como un ordenador que se queda sin batería lo enchufamos a la luz para volver a cagarlo, así debemos recargar nuestra energía cada mañana. Si analizamos de vez en cuando el contenido veremos que siempre se cuelan virus que dañan archivos. Muchos merecen la pena ser recuperados; para otros, ya es demasiado tarde. Así debemos eliminar aquellos que fueron dañados de forma irrecuperable; pues de lo contrario, podríamos infectar todo nuestro entorno.

Si aún llevando esa especial atención y cuidado no podemos hacer que funcione correctamente; mejor un formateo que nos ayude a restaurar sus funcionalidades básicas y con el tiempo, iremos actualizando y preparando nuestra máquina con todos los programas que vayamos necesitando de nuevo. Así debemos limpiar y formatearnos nosotros mismos, para que sigamos viviendo a pleno rendimiento sin nadie ni nada que nos ralentice, que no nos permita avanzar en nuestro destino.

Empezar de cero puede llevarnos tiempo, pero una vez que restauramos el sistema, todo fluye de nuevo y es cosa de tiempo que volvamos a sentirnos completos, con todo aquello que necesitamos en nuestra vida y libres de virus dañinos. Así, debemos dejar de esforzarnos por recuperar lo viejo y enfocarnos en reconstruir lo nuevo.

Yo seré mi propio antivirus...


domingo, 10 de mayo de 2020

Mi cordura

“- ¿He perdido la razón?
- Me temo que sí. Estás demente. Pero te diré un secreto. Las mejores personas lo están.”

Cordura, sino otro estado alterado de nuestra psicología. Hasta el loco más loco en cierta medida puede ser el más cuerdo. Qué mejor manera de definirnos como personas que cometer locuras, cosas que en nuestro sano juicio no haríamos si no es por un impulso, por un arranque de desmesura. Uno no descubre si tuvo cordura, hasta que pierde completamente el juicio, hasta que algo nos empuja a hacer acciones que no podremos enmendar, pero preferimos arriesgarnos, a vivir con la duda de no haberlo hecho. Porque las locuras son mas cuerdas si hay alguien que te acompaña.

Así que deja de sentir con la cabeza y aprende a pensar con el corazón, porque tu irracionalidad es mi razón de ser. Pienso, luego existo, porque sin mis delirios tu locura sería insana. Corramos por el agua, volemos por el mar que nuestro impedimento no sea la insensatez de lo que pudo ser y no fue. No quiero psiquiatra que me cure mi esencia, ni tratamiento que me encierre de nuevo; que la demencia se lleve lo malo y mis instintos sean mi medicina. Quitémonos las ataduras y que nadie pueda decirnos que la locura nos dio la espalda si con ella alcanzamos la cordura.

No permitas que el manicomio te vuelva cuerda.


sábado, 9 de mayo de 2020

Limonada

Hasta el silencio es capaz de entenderse, porque no siempre se necesita hablar para ser capaz de escuchar aquello que no se pronuncia. No es necesario mover los labios si quiera para comprender lo que su alma anhela gritar. Y entre silencios se sienten; y ni aún viendo sus rostros, son capaces de palpar el miedo, experimentar la tristeza, la ansiedad, padecer su mismo dolor o incluso percibir sus emociones más distantes. No importa los golpes si tienes quien sane tus heridas.

La vida es como una semilla, la plantas con mimo y cariño, y la riegas día a día, la constancia es lo que hace que ese árbol crezca, y tu perseverancia la que hace que la espera valga la pena. A veces esa semilla puede no dar el fruto esperado, pero ante la adversidad, hay que abrazar soluciones. A un árbol puedes arrancarle una rama, que seguirá creciendo. Puedes robarle sus frutos, seguirá dando más. Y aunque cortes su tronco de raíz, ya habrá germinado y esparcido sus semillas, que hará que florezcan nuevos árboles. Lo importante es dejar huella, germinar los corazones de la gente, y que tu semilla sea el principio de un ciclo sin fin.

Si la vida te da limones, haz limonada.



Porque no es fácil encontrar quién comparta contigo algo tan profundo, quien te ayude a escribir cuando a veces no tenemos ni si quiera esas fuerzas. Porque siga brillando esa luz y los silencios se conviertan en el motivo de una llamada cuando sobran las palabras.

viernes, 8 de mayo de 2020

Las cosas pequeñas

Si hoy es viernes, aunque trabajemos, sentimos la felicidad porque llega el fin de semana de descanso; pero si es domingo, aunque tengamos todo el día libre por delante, pasamos las horas pensando en el lunes. Vivimos todo el año planificando esas ansiadas vacaciones para cuando estamos en ellas, pensar en la vuelta al trabajo.

Cuantas veces decimos a ver si quedamos, pero el tiempo va pasando y eso nunca sucede. Vivimos inmersos en el día a día, como si todos fueran iguales, pero cada minuto que pasa no volverá y cada hora que avanza es nuestra oportunidad de escribir un libro más entretenido, para que el lector del mañana nos recuerde siempre.

Por una vez el tiempo nos da una tregua y nos muestra aquellas cosas que no le dábamos importancia y que son las que nos convierten en seres humanos, las que nos hacen sentirnos vivos. Por una vez el tiempo juega a nuestro favor y nos marca la diferencia entre la vida y la muerte; nos da una señal para tomar las riendas del presente y dejar de pensar en el futuro.

Cuando las pequeñas cosas se convierten en grandes…


jueves, 7 de mayo de 2020

Libre de censura

Cansada de tener que mirar hacia otro lado, de tener que disfrazar mi alma, decidí quitarme la máscara, descubrir mis cartas. Harta de esconder mi realidad, de ocultar quien soy ante las cámaras, decidí empezar a grabar, aparecer ante mi público. Agotada de serpientes que me ahogan y me atrapan, decídí cambiar el guión. Muchos se han ido de la fiesta, otros se han levantado de sus asientos y el teatro se ha quedado medio lleno.

Así, con los espectadores necesarios para disfrutar de esta obra comienza el espectáculo; sin obstáculos, ni estorbos, sin ruidos molestos que distraigan a la actriz; sin aquellos que permanecían por cumplir. Aún hay butacas libres, pero la función no parará, si alguien quiere unirse, sólo tiene que comprar la entrada, pero si en medio de una escena te duermes, no esperes que te lo cuenten después.Y si esta función te disgusta, simplemente sal de la sala y no vuelvas a entrar.

Soy yo mi obra maestra, libre de censura, y hoy se abre el telón.


miércoles, 6 de mayo de 2020

Rosa, pino o cactus

Desde esta ventana hoy no puedo ver el jardín, pero imagino lo bonito que está, la alegría que tendrá. Ya es primavera y las flores lucen en todo su esplendor, su vitalidad, pero no todas son tan resistentes. Esas rosas llenas de espinas para evitar que nadie las dañe, que las corten, para impedir que cualquier idiota las marchite por un simple capricho, hoy tienen más color.

Esa arboleda del parque ya tiene hojas verdes, pero sabes que cuando llegue el frío, perderá una vez más su esencia. Así no debemos buscar aquel árbol hermoso en primavera, sino el que se mantiene intacto cuando llega el otoño. Quizás por eso es mejor el pinar, porque aunque sus ramas no sean las más bonitas, sabes que ante el mal tiempo, permanecerá perenne, llueva o nieve.

No obstante, si hoy solo tienes un cactus en tu maceta, piensa que así sólo tendrás que regarlo una vez a la semana, que podrá sobrevivir más fácilmente, que también tiene espinas para protegerse y si quieres una pequeña flor, ésta podrá destacar como la que más. Al final, lo importante es que esa planta sobreviva pasado el tiempo y que siempre tenga quien le mire, quien le quite la sed, quien le cuide.

Hoy soy ese cactus en el desierto, buscando un oasis, tal vez una palmera capaz de aguantar el vendaval.


martes, 5 de mayo de 2020

Running

Esta vida es como el deporte; no podemos pretender ser buenos en algo si no nos entramos día a día. Hacer ejercicio nos ayuda a liberar tensiones, eliminar todas nuestras impurezas y respirar profundo de nuevo. Coges aire ante el esfuerzo para después soltar todo aquello que sobra dentro de ti. Inspiras y coges el aliento que te hace falta para llenarte por dentro.

A veces dejamos de practicarlo por pereza, por comodidad, pero cuando volvemos a hacerlo es un soplo de aire fresco que te inunda y se convierte en una adicción. Ya no puedes dejar de hacerlo, necesitas más velocidad, más actividad para alcanzar la meta y, poco a poco, te das cuenta de que cada vez cuesta menos y es más satisfactorio.

Hace tiempo empecé mi propio entrenamiento y ahora puedo decir que saque todo aquello que me llenaba de odio, de ira, de rabia, de pena y empecé a llenar mis pulmones de paz, calma y amor; amor propio y amor por quienes día tras día siguen a mi lado con esa botella de agua, pendientes de mi sed, con esa toalla, atentos a mi sudor.

Hoy mi respiración es más fuerte que nunca, hoy mi deporte se convirtió en mi descanso. 


lunes, 4 de mayo de 2020

Tecnología

Somos tecnología en manos de seres humanos marcados por la falta de confianza, como ese móvil que al encenderse cada mañana necesita un pin para funcionar, como ese ordenador en el que sólo el administrador tiene plenos poderes; como esa alarma que sólo se apaga con la password correcta, como esa clave de acceso que ni los nuestros conocen.

Somos tecnología en manos de seres humanos marcados por la necesidad de existir, de ser recordados, como esas redes sociales en las que una imagen vale más que mil palabras; como esas palabras escritas que pretenden llegar al otro lado del mundo, como esa foto subida a Instagram que necesita likes.

Pero hoy, somos tecnología en manos de seres humanos marcados por la necesidad de tocarnos, abrazarnos, besarnos… ese contacto que por algo se llama humano, porque somos seres sociales por naturaleza y aunque ahora seamos simplemente tecnología, la cuarta dimensión está más cerca.

Ayer fuimos seres humanos en manos de la tecnología, y sin darnos cuenta, perdimos nuestra esencia, pero hoy… algo cambió. Para todos aquellos que necesitan volver a sentirse… mañana volveremos a descubrir que somos seres humanos.


domingo, 3 de mayo de 2020

Sin límites

Buscas gustarle a los demás, te acostumbras a verte con otras gafas para que sus ojos no te engañen. Si decidiste cambiar y lo hiciste por otros, solo será pura fachada; si lo hiciste por ti no tiene sentido reconstruir los cimientos ya puestos. Te fuiste para volver, regresaste para irte, pero... ¿y si te quedas?

Sentimos que nos roban el tiempo, tiempo que se convirtió en tu enemigo. Confundes la salida con la meta y ya no sabes si vas o vuelves. Marqué fronteras infranqueables, diseñé mis propia cárcel, cancelé la reserva de un viaje y aprendí a dormir a cielo abierto. Establecí unos márgenes pensando en lo que me ató y en la retaguardia quedaron mis pensamientos. Mi río me convirtió en una isla, impenetrable, y si baja la marea y me transformo en una península dejaré de controlar mis barreras. 

Si mis costas me hicieron paradisíaca,  y mi naturaleza me convirtió en un paraíso, no necesito turismo que me contamine, pero si existe una barca es para el navegante que aprenda a surcar las olas. Si fuera fácil, no habría límites, pero ¿y si esta tierra salvaje fuera tu maldición y tu límite mi perdición?

Sin límites nadie sabría de este paraje; sin límites dejaría de ser un sueño. 


sábado, 2 de mayo de 2020

Lo que soy

A veces tenemos miedo a resbalar, a tropezar, a equivocarnos, pero... ¿sabes qué? A veces es bueno caer para levantarnos con más fuerza. A veces es bueno tropezar para distinguir esa piedra la próxima vez que la veas. A veces equivocarnos es lo que necesitamos para aprender y seguir avanzando. Si todo fuera color rosa, acabaríamos por aburrirnos.

Los errores cometidos son los que nos hacen como persona; las experiencias vividas, buenas o malas, nos marcan una huella, una cicatriz que siempre que nos miremos ante el espejo, nos recordará quiénes somos. No siempre los atajos nos hacen llegar antes; ni el camino largo es el más llano, pero al final, miraremos hacia atrás y nos daremos cuenta que todo mereció la pena.

Hoy puedo decir que soy quien soy por aquellos que han pasado por mi vida y me han dejado esa huella o cicatriz. Muchas perdurarán toda mi vida, y otras, desaparecerán; pero sé que cuando miro mi reflejo, veo a alguien especial que es capaz de sonreír ante la adversidad, capaz de caminar sobre las aguas, capaz de luchar aun cuando la batalla parece perdida. Aquello que me hizo llorar es lo que hoy me da la fuerza para alcanzar mi libertad.

No tengas miedo a las heridas, si su sangre es la que correrá por tus venas.


 

viernes, 1 de mayo de 2020

Déjala que baile

Si para morir nacemos, un infarto es lo que me devuelve a la vida. Si para levantarnos nos caemos, una nube de algodón es lo que me mantiene a flote; si para olvidar recordamos, el alzheimer hoy es mi aliado. Si para dormir nos despertamos, un sueño es mi mejor despertador. 

No tengas miedo a bailar porque te miren, un paso a la izquierda y otro a la derecha, si subes o bajas, si te dejas llevar por el ritmo, que no importe cuánto tengas que expresar. No tengas miedo a mover tus caderas al son de otra canción si te hace vibrar más; que no te importe bailar sola o aprender nuevos pasos. Y si vas descalza y las mariposas revolotean por doquier para qué buscar otros zapatos.

Y si me roban este baile, que sea el mejor ladrón. Y si la música se para, yo seguiré bailando. Y si dejo de bailar será porque dejé de existir. Así que aprende bien los pasos, que mi baile se recuerde siempre.




Lasaña de verduras

Tantos miedos e inseguridades, tantos complejos del pasado y otros tantos que conviven en mi presente; pero... ¿cuántos de ellos formarán pa...